lunes, 6 de junio de 2011

Budismo (Origen)

Origen

Complejo de Tapa-i-Shotor en Hadda, en la región de Gandhara (actual Afganistán). Al lado izquierdo de Buda puede verse a Hércules (Heracles) y en el derecho a Tique, la diosa griega de la fortuna. Alejandro Magno abrió el camino a la era Helénica, fusión de civilizaciones Orientales y Occidentales. Se cree que de esta tendencia intercultural surgieron las imágenes de Buda y los escritos Mahayana. Este lugar estaría destruido a causa de la guerra y de las recientes revueltas internas.
El budismo comenzó con la búsqueda que emprendió una persona por resolver el sufrimiento humano. Shakyamuni (Siddharta Gautama), conocido como el Buda o “el que ha despertado”, vivió hace alrededor de 2.500 años, en la India. Shakyamuni era un príncipe y creció entre lujos pero, a temprana edad, quedó desconcertado por los inevitables sufrimientos que la vida trae consigo, sufrimientos que él resumió como nacer en este mundo atribulado, enfermar, envejecer y morir.
Luego de que Shakyamuni logra la iluminación, éste decide dedicar su vida a salvar a las personas, guiándolas hacia el camino de la Budeidad con amor compasivo y profunda sabiduría. Shakyamuni pasó el resto de su vida viajando por toda la India para compartir con la gente la comprensión que él había logrado.

Pilar de piedra con un león en su capitel, en Vaishali, mandado construir por el Rey Ashoka (silgo III a.C.). Se cree que fue uno de los reyes más importantes de India, y reinó en su imperio basándose en el principio de la justicia (dharma), en lugar de en la fuerza militar, y puso en práctica políticas de paz y bienestar.
Vemos, pues, que en el budismo, Shakyamuni emprende la búsqueda de su inconmensurable universo interior, al cabo de lo cual logra alcanzar un estado de superación fundamental incalculable y un despertar a la verdad de la Ley (Dharma) que rige la totalidad del universo, es decir, el estado supremo en el que el ser humano mantiene una relación intrínseca con la vida cósmica.
Su accionar a partir de entonces es lo que ha sido recopilado en los diversos escritos que resplandecen hoy en los anales del budismo. Entre ellos, el Sutra del Loto expone la manifestación y la encarnación de la Ley por la cual se iluminó Shakyamuni.
Esto difiere enormemente de la imagen que se tiene de él en nuestros días, es decir, la de un Buda sobrenatural; una figura separada, que se encuentra ajena en un aislado ámbito iluminado.
La riqueza del mensaje religioso del Sutra del Loto y la conceptualización de la inseparabilidad del ser con la vida del universo, expresada de una manera fácil de entender, es lo que le brindó tanta popularidad y difusión en Oriente, y lo consolidó como un referente y un sostén moral de la gente.

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